¡Cuidando corazones!
Tengo la suerte de ver pacientes con muchas características. Algunos adinerados, famosos, empresarios, influencers, comerciantes, otros con menos fortuna, humildes, sencillos, y a todos trato con el mismo cariño, el mismo detalle, y entusiasmo. Por privacidad no puedo mencionarlos.
Nunca me guío por las posesiones materiales, ni títulos, ni estatus y clase social de mis pacientes para definir la calidad de mi consulta. Todo lo hago con pasión, con amor al prójimo, con equidad, y creo que los pacientes logran sentirlo. Hay un sexto sentido que les transmite mis verdaderas intenciones.
En mi corazón, muy adentro, siempre priorizo la vida del paciente sobre cualquier ganancia monetaria, y más de algún paciente podrá decir si digo la verdad: Que la falta de presupuesto no ha sido una limitante para que le realice un examen que puede definir la evolución adecuada de su enfermedad. Porque esa siempre ha sido, y será mi filosofía de trabajo para lo que considero un discipulado: ¡Cuidar los corazones!