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Si es diabético, y come pan dulce por la tarde; está pagando por enfermarse.
Si padece del corazón, y no ha logrado dejar el cigarro; está pagando por enfermarse.
Si tiene cálculo en los riñones y no puede dejar la soda; está pagando para que los cálculos se hagan más grandes.
Relato:
Juan sufrió un infarto, era un fumador empedernido, fumaba desde los 15 años, estuvo grave, en la UCI, le hicieron traqueostomía, y cuando salió de todo eso, a pesar que estuvo a punto de morir, no logró dejar el cigarro. De secuela le quedó un agujero de la traqueotomía en el cuello, y por ahí salía el humo cuando fumaba. A mi me parecía algo irracional, que rozaba lo absurdo; pero, ¿por qué no podía dejarlo?
Daniel Kahneman es un psicólogo y economista israelí-estadounidense que recibió el Premio Novel de Economía en el año 2002, y demostró bajo la lupa de estudios de comportamiento humano, que muchas veces, o mejor dicho, la mayoría de ocasiones, tomamos decisiones irracionales.
Si Juan sufrió un infarto, ¿no se supone que lo primero que debería dejar es el cigarro que se lo provocó? Sin embargo, Juan no sabía que estaba siendo influenciado por una zona bien reptil de su cerebro, una zona bien primitiva y emocional: Por el placer. Estoy seguro que él sabía, en cada bocanada de humo mezclado con alquitrán, que debía dejarlo (su consciencia).
Si usted es hipertenso, y toma soda, come mucha sal, no hace ejercicio, no es constante con el tratamiento, se toma la pastilla cuando siente algo; simplemente le está pasando lo mismo que Juan. Está dejando que la parte reptil de su cerebro lo domine.
Recomendación:
Mi recomendación es que seamos más conscientes de nuestras decisiones diarias. Lo que hacemos todos los días son pequeños eslabones de una gran cadena a la que llamamos vida. Somos parte de una película con diferentes secuelas. Lo que hacemos hoy, bueno o malo, vamos a pagarlo. Dejemos de pensar tan a corto plazo, y comencemos a pensar en qué tan sanos queremos estar mañana.
“Aquellos que piensan que no tienen tiempo para hacer ejercicio, tarde o temprano encontrarán tiempo para estar enfermos.” — Edward Stanley