Finanzas según la Biblia

-“La Biblia es un gran referente para guiarnos en la vida, y las finanzas personales no escapan a ese efecto positivo de las sagradas escrituras.

Consejos bíblicos financieros:

. Evitemos endeudarnos.

“El rico domina a los pobres y el deudor es esclavo del acreedor”. (Proverbios 22:7).

-“No deban nada a nadie, sino el amaros unos a otros; porque el que ama al prójimo, ha cumplido la ley”- (Romanos 13:8-10).

-“ Paguen a cada uno lo que le corresponda: si deben impuestos, paguen los impuestos; si deben contribuciones, paguen las contribuciones; al que deban respeto, muéstrenle respeto; al que deban honor, ríndanle honor. (Romanos 13:7).

“El impío toma prestado y no paga; más el justo tiene misericordia y da” (Salmos 37:21).

Evitemos las deudas de consumo. No haga caso a esas llamadas fortuitas de los bancos que pretenden levantarle el ego: -“Usted ha sido seleccionado por su record”-, para luego “meterte la puñalada”. O usted cree que si fuera para beneficio suyo se tomarían la molestia para llamarlo?.

Mi criterio es que evite las tarjetas siempre que pueda. La trampa de la tarjeta radica en lo invisible que es el dinero, y está demostrado que eso facilita el consumo. Por otro lado, el “interés compuesto” hace difícil salir de ellas. O sea, el banco cobra interés sobre interés. Si quiere pagarles utilice el “efecto de bola de nieve”. Salga de la tarjeta más pequeña, y pague al final la más grande. La que decidió cerrar páguela de una sola vez, para que el interés compuesto no absorba las cuotas previas y tenga que reiniciar de cero. Ese es mi consejo.

Y sobretodo, acostúmbrese a vivir con lo que tiene en ese momento. Filipenses 4:12: -“Sé vivir en pobreza, y sé vivir en prosperidad; en todo y por todo he aprendido el secreto tanto de estar saciado como de tener hambre, de tener abundancia como de sufrir necesidad”-, como diría mi mamá: -“Cuando hay, hay; cuando no hay, no hay”-.

. Haga un presupuesto familiar mensual.

• -“ Supongamos que alguno de ustedes quiere construir una torre. ¿Acaso no se sienta primero a calcular el costo, para ver si tiene suficiente dinero para terminarla? (Lucas 14:28).

Trate de realizar un presupuesto mensual de sus ingresos, y egresos, deudas, gastos hormigas, gastos fijos, gastos variables, ganancia neta, deudas por pagar, etc.). El presupuesto le permite tener una idea de cómo está realmente. Le da control, y rumbo a sus futuro económico.

-“Cuida de los pequeños gastos; un pequeño agujero, hunde un barco”- (Benjamín Franklin).

. Ahorremos. No gastemos todo lo que ganamos.

-“El dinero mal habido pronto se acaba;

quien ahorra, poco a poco se enriquece”-.(Proverbios 13:11).

-“ Tesoro precioso y aceite hay en la casa del sabio; más el hombre insensato todo lo disipa”-. (Proverbios 21:20).

Cesare Cantú lo diría de esta manera: -“Gasta siempre una moneda menos de lo que ganes”.

. Evitemos la codicia y la avaricia. No ponga el dinero por encima de todo.

Sepa darle el lugar a lo más importante. Que su dios no sea el dinero, pero aprenda también a valorar todo lo positivo que puede hacer con cada moneda.

-“ Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”-.

-“Porque el amor al dinero es raíz de todos los males; y hay quienes, por codiciarlo, se han desviado de la fe y se han causado terribles sufrimientos”- (1 Timoteo 6:10).

La psicología médica llama “crematomanía” al excesivo apego a las riquezas. Ese amor al dinero genera crisis moral llevando a las personas a mentir, robar, traficar, apostar, secuestrar, extorsionar, malversar e incluso asesinar. El apego al dinero fomenta el crimen, la corrupción, y muchos otros delitos.

La buena relación psicológica, saludable, y armoniosa con el dinero, puede generar muchos beneficios no solo a usted, sino a su familia, y a su sociedad. Todos los extremos son malos.

Recuerde que Dios quiere que usted esté equilibrado en todas las áreas:- “Amado, yo deseo que tú seas prosperado en todas las cosas, y que tengas salud, así como prospera tu alma”- (3 Juan 1:2).

No debemos perder nuestra salud por conseguir dinero y más dinero. Por trabajar y trabajar.

Hay personas que el dinero está por encima del cuidado de sus padres, de una platica amena y sencilla con sus hijos, por encima de una salida romántica con su esposa, por encima de sus amigos, por encima hasta de su propia salud.

. Seamos generosos.

“No sean orgullosos, ni pongan su esperanza en las riquezas, que son tan inseguras, sino en Dios, que nos provee de todo en abundancia para que lo disfrutemos. Hagan el bien, sean ricos en buenas obras, y generosos, dispuestos a compartir lo que tienen” (1 Timoteo 6:17-19).

Cuando tenga dinero tiene que tener equilibrio, evite la tacañeria, tiene que dejarlo fluir de vez en cuando. Recuerde que la persona tacaña psicológicamente lo que tiene es miedo. Miedo a que se le acabe, miedo al futuro, y eso no le permite disfrutar la abundancia.

Si tiene chance de ayudar, y puede, hágalo. Eso estimula en su cerebro la adecuada armonía con la abundancia que Dios quiere darle.

. Evite el materialismo, el consumismo y las superficialidades.

-“No os hagáis tesoros en la tierra, donde la polilla y el ollín corrompen, y donde ladrones minan y hurtan; sino haceos tesoros en el cielo…..Porque donde esté tu tesoro, allí estará también tu corazón.”

-“ El amor al dinero nos transforma en esclavos y nos conduce a la destrucción; y es allí donde el dinero, en vez de ser un canal de bendición, se convierte en una maldición. Cuando se establezcan las prioridades, y se ponga en primer lugar el amor a Dios y al prójimo, entonces “la raíz de todos los males” dejará de ser”- (Harry Daniel Betancourt).

Invierta su dinero. Tratemos de multiplicarlo. Evite depender solo de su empleo.

-“Reparte porción con siete, o aun con ocho, porque no sabes qué mal puede venir sobre la tierra”- (Eclesiastés 11:2). Según los expertos en finanzas, se recomienda precisamente tener entre 7 y 8 entradas diferentes. Si es ingreso pasivo mucho que mejor.

-“Debías entonces haber puesto mi dinero en el banco, y al llegar yo hubiera recibido mi dinero con intereses”- (Mateo 25:27).

Y eso que faltó el tema de José en Egipto y las 7 vacas flacas que se comían a las gordas. Ahí hay mucha información financiera. Se los dejo de tarea.

Sin duda la Biblia tiene mucho que enseñarnos, solo necesitamos leerla, entenderla, y ponerla en práctica.